Casa Sóller
“Can Gaspar" aguanta en pie orgullosa desde el siglo XVII. Sobria y robusta como las rocas sobre las que se asienta y los olivos que la rodean. Está situada en un fértil valle, al abrigo de las montañas de la Tramuntana. El vecino; Una iglesia de piedra y sus campos de naranjos. El repicar de su campanario es el único sonido interrumpiendo la paz, junto con un ocasional cacareo de gallina ... Los olores son profundos, los sonidos leves, y el aire sabe a sal marina. Can Gaspar fue una vez dos casas de agricultores bajo un mismo perímetro de piedra. Una parte es más antigua que la otra, lo cual se evidencia en el color y la composición de la piedra y mortero de la fachada. La mampostería desigual, el irregular ritmo de ventanas, junto con el carácter masivo del volumen; da a la casa un aspecto encantador como de gigante afable.
El proyecto de reforma completa convertirá el edificio en una única gran casa. En los años 70 la casa se extendió por su parte trasera -desafortunadamente- en un lenguaje constructivo que no pertenece al original. Esta extensión será ahora desmantelada y retomada de manera diferente. La transformación se centrará en preservar al máximo la materialidad y la esencia de la construcción original. El muro de piedra perimetral permanecerá intacto. La nueva extensión de la parte trasera se distancia de la parte antigua, permitiendo que se perciba la pared externa antigua por dentro de la casa y se circule alrededor de ella. Los techos de vigas de madera y bóveda catalana serán restaurados.
Accederemos a la casa por el centro de la fachada principal, encontrándonos con a una clásica composición clásica; Una gran sala que se abre al mismo tiempo a un patio. En este caso, el patio da a los naranjos de la iglesia y sirve luz a las habitaciones de los pisos superiores. A medida que entramos encontraremos las estancias principales alojadas en el frente más antiguo de la casa, mientras que la parte posterior sirve a estos espacios con cocina, baños, lavandería, trastero, escalera y ascensor en una distribución limpia y comprensible. En los pisos superiores tenemos 7 dormitorios.
Junto con la intervención de la casa principal, la caseta de los animales se convertirá en un apartamento de invitados independiente de dos dormitorios. El terreno de 4000m2 también será intervenido para dar forma a un paisaje que introduce la casa suavemente al visitante y asegura su privacidad. El proyecto de paisajismo -que incluirá una piscina y espacios de ocio al aire libre- se está diseñando bajo la premisa de dar a los limoneros, naranjos, gallinas y otros antiguos habitantes de la finca- un papel protagonista en la nueva composición.